qué viva la música de Andrés Caicedo
de lo alto del lenguaje torrente abajo
y va rompiéndose y van sonando
todas las pistas de habla
Andrés Caicedo. Qué viva la música
de A
para la lista Euraca:
no quedan islas por descubrir, si acaso garitazos,
e incluso eso, me temo, es una quimera
así que es improbable que os vaya a descubrir yo a Caicedo y ¡Que viva la música! y debe ser que he estado yo cabeciando cuando hemos hablado de él en alguna ocasión, porque no creo que no hayamos hablado de este libro
imaginaos por dónde va el crimen que este librito librazo ya está editado en alfaguara, con letra grande de padrote, como para entrar a vivir con sofá de escai. la cosa es que el muchacho andrés caicedo, y siento joderles parte del cuento, se quemó con este libro como se queman las pistas de baile, las iglesias, las pestañas y las drogas, digamos que aceleró allá por el 77 colombiano caleño, por el surco de vinilo que señalaba el rock de aquella, vuela, acelera y deja un bonito cadaver y dejo uno muy guapo y este libro, con veintiseis años cuando recibió el primer ejemplar impreso, o así se dice
este libro es un viajazo. se sube uno a un cali colombia y se tira por una pletina de los rolling, de lo alto del lenguaje torrente abajo, y va rompiendose y van sonando todas las pistas de habla, y es una mujer, una chica que se tira, porque en que viva la música hay hablas y mundos y un territorio y su cartografía salvaje y mucha música en el flow del lenguaje, y es una mujer la heroína que en realdad es Andrés Caicedo. quiero decir, que nos queda ahí mismito
sólo es que me quemaba en los dedos el librito sin hablarlo con ustedes.